Cortinas de humo
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de marzo de 2018.- Tal vez me he convertido en un soñador, pero después de vivir más de siete décadas en mi querido México, he llegado a conclusión de que el 1 de julio voy a votar por el candidato que se comprometa a hacer los cambios necesarios para que todos los mexicanos tengamos mejores condiciones de vida.
No que nos regalen nada, ni dinero, ni despensas, ni láminas para medio tapar la casa o televisiones para que sigamos embobados. Tampoco se trata de que eleven por decreto los salarios o que bajen el precio de las gasolinas de la noche a la mañana. Vamos, ni siquiera espero que bajen los impuestos, porque ese dinero es necesario para costear los gastos del gobierno.
Le voy a dar mi voto al candidato que se ponga en los zapatos de la mayoría de los mexicanos, que nos esforzamos todos los días por sobrevivir, trabajando honradamente y que soñamos con sacarnos la lotería, pero ni el billete compramos, porque preferimos comernos una torta.
Es que sueño con un país en el que todos los que trabajen ganen lo justo por su esfuerzo, que pague sus impuestos de acuerdo con lo que gana y no tenga necesidad de “dobletear” o transar para que le alcance el ingreso para las necesidades básicas de su familia; es decir, para tener casa, vestido y sustento.
Votaré por el candidato que se comprometa a reducir a 6 por ciento el IVA, cobrar más a los artículos de lujo y elevar impuestos a los que hacen negocios millonarios y a quienes les paguen salarios insultantes, como son futbolistas profesionales, boxeadores y artistas.
El candidato por el que voy a votar el 1 de julio, tendrá que comprometerse a eliminar la tenencia vehicular, las carreteras de cuota, incluidas las vías locales, como los segundos pisos, lo macro toneles y todas esas vialidades que pagamos con nuestros impuestos y que todavía nos siguen costando.
Obviamente va a tener que comprometerse el candidato a promover la reducción de 200 diputados federales y 64 senadores, los que queden deberán ser sometidos a la prueba de las urnas, sabedores de que ninguno de ellos va a ganar más de 60 mil pesos mensuales y no contarán con ninguna prebenda, como son telefonía, automóvil, vales de gasolina o de alimentos, ni servicio médico particular pagado por el erario.
Además, que ninguno tenga fuero, para que quien incurra en cualquier falta sea juzgado, como cualquier ciudadano y en caso de ser sorprendido haciendo negocios, sea destituido y sometido a juicio. Ah, obligarlos a trabajar de lunes a viernes y solo descansar sábados, domingos y días festivos, y el que acumule tres faltas en un mes que sea despedido sin derecho a ninguna reclamación.
Quizá hagan falta algunas peticiones más, pero en entrega posteriores las voy a exponer.
Por cierto, ayer pidieron licencia otros 51 diputados federales, que convertidos en chapulines van a saltar en busca de otro hueso. Con estos, según dice el viejo periodista que se ostenta como el Decano de la fuente de la Cámara de Diputados, ya suman 250 legisladores que pidieron licencia durante esta legislatura, los cuales ya no van a disfrutar de los 11 días de vacaciones que tendrán a partir de hoy los 500 que se quedan.
Bueno, es un decir, porque nunca se juntan todos para trabajar y como ejemplo baste decir que ayer, cuando checaron la asistencia, únicamente 318 dijeron presente.
Y finalmente el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la federación dejará encendida la “bomba” de los independientes, pues hoy anunciarán que solamente Margarita Zavala será candidata sin partido y su foto estará en la boleta para elegir al presidente el 1 de julio.
Vamos a ver que hacen El Bronco y El Jaguar, pues no es creíble que vayan a quedarse cruzados de brazos.