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Quiénes somos | Cipriano Miraflores
Huajuapan, Oax. 24 de julio de 2013 (Quadratín).- Autoridades de Huajuapan de León conmemoraron 201 años de la gesta heroica conocida como el rompimiento del sitio que duró 111 días, el más largo de la guerra de Independencia.
Al frente, el generalísimo José María Morelos y Pavón, triunfó en ese episodio a pesar de las diferencias en el número del Ejército y armas.
En la ceremonia, efectuada en la plaza de la Libertad de Expresión, participaron autoridades municipales de pueblos que están hermanados con Huajuapan desde 1996 por ser lugares de origen de los héroes que protagonizaron la Independencia.
El rompimiento del sitio en Huajuapan ocurrió en 1812. Es el más largo que registra la guerra de Independencia en México, del 5 de abril al 23 de julio.
Refiere la historia, que a principio de 1812, las fuerzas insurgentes comandadas por Valerio Trujano, Miguel y Nicolás Bravo, se reunieron en Tamazulapan, con los del padre Mendoza, con el propósito de atacar y vencer al realista José María de Regules Villasante, quien se encontraba fortificado en Yanhuitlán.
Ante los ataques insurgentes que duraron del 11 al 14 de marzo, Regules ordenó a sus tropas retroceder, y ocupar solamente la parroquia del pueblo y algunas casas cercanas; sin embargo, cuando estaban a punto de consumar la victoria contra las fuerzas españolas, las insurgentes, decidieron retirarse, porque los hermanos Bravo, recibieron la orden de auxiliar a José María Morelos, que estaba sitiado en Cuautla.
En tanto, que Valerio Trujano, dijo, decidió ocupar la plaza de Huajuapan, donde se fortificó; debido al riesgo que presentaba Trujano, para las fuerzas realistas, el comandante de la ciudad de Oaxaca, Bonavia, envió una tropa para combatirlo.
El teniente coronel Francisco Caldelas, con 400 negros de la Costa y una legión eclesiástica, levantada por el obispo don Antonio de Vergoza y Jordán, más mil cien soldados, del comandante José Regules Villasante, con 14 cañones y gran cantidad de pertrechos, se reunieron en Yanhuitlán, incorporándose además los capitanes Gabriel Esperón y Juan de la Vega.
Con los negros de sus trapiches, previamente armados y marcharon hacia Huajuapan, a donde llegaron el cinco de abril, los realistas se apostaron alrededor de la población y cavaron zanjas para interrumpir toda comunicación, por los cuatro puntos cardinales, fue sitiada población.
Regules, se sitúo al Oriente, Gabriel Esperón, al Poniente, Francisco Caldelas, al Norte en el calvario, y Juan de la Vega, al Sur, los atacantes cavaron zanjas profundas para evitar la salida de los sitiados, éstos a su vez, levantaron barricadas, improvisaron cañones y metrallas, y acudieron a la colecturía de diezmos, donde hallaron gran cantidad de carne de la matanza, así como panela y semillas.
El 10 de abril se rompió el fuego por ambas partes. Fue desigual, pues los realistas contaban con un ejército numeroso, armas y parque suficiente, mientras que los insurgentes al mando de don Valerio Trujano, eran un grupo reducido y tenían muy pocas armas, municiones y víveres.
Trujano ordenó fabricar tres cañones con las campanas del pueblo y cargarlos con piedras del río, para hacer frente al enemigo, de esa manera los insurgentes lograron rechazar los 15 embates realistas y mantener la plaza.
A pesar de la defensa heroica que realizaban, la situación se tornó angustiosa para los sitiados. Valerio Trujano pidió auxilio al padre José María Sánchez, que se hallaba en Tehuacán y éste en unión del también sacerdote Tapia, con una buena cantidad de insurgentes, se dirigió Huajuapan, pero ambos fueron sorprendidos y derrotados por Regules, en Chilapilla.
Ante esta situación, el 17 de mayo, Trujano envió a un indígena originario de Santiago Nuyoo, José Remigio Sarabia Rojas, inmortalizado en la historia como el Indio de Nuyoo a solicitar el auxilio del generalísimo José María Morelos y Pavón, quien se encontraba combatiendo en Chilapa, en el actual estado de Guerrero.
Al recibir este mensaje, partió inmediatamente hacia Huajuapan, con 800 soldados, a su paso por Tlapa y Cuautla, se agregaron otros mil insurgentes, el 15 de julio.
Trujano, quien era un ferviente devoto de la imagen del Señor de los Corazones, ordenó la realización de un novenario en honor para solicitar el auxilio del Cristo moreno.
El 22 de julio, la primera división de Morelos, al mando de Miguel Bravo, llegó a la plaza y atacó a los realistas por uno de los costados, pero fue rechazada por las tropas de Caldelas.
Al medio día de jueves 23 de julio, en el ultimo día del novenario, llegaron las tropas insurgentes integradas por miles de hombres, entre ellos Vicente Guerrero, Los Galeana y Los Bravo, todos al mando del generalísimo José María Morelos y Pavón, para ayudar a los sitiados.
Morelos envió un aviso a Trujano, para indicarle que ya se encontraba en la población y pedirle que una hora después de recibir el mensaje, ordenara tocar las campanas de la catedral, ese sería la señal para iniciar el combate.
El emisario fue de nueva cuenta El Indio Nuyoo. La noticia fue celebrada con gran entusiasmo por los insurgentes, lo que provocó la sorpresa en los españoles, quienes convocaron una junta de guerra de los jefes militares, al que Regules, propuso levantar el sitio.
Finalmente prevaleció la opinión de Caldelas, que se empeñó en mantener el cerco.
A las cuatro de la tarde del jueves 23 de julio de 1812, comenzó la batalla, la división del general Morelos, se dividió en cuatro columnas, para formar cuatro frentes de ataque, lo que descompuso las posiones realistas provocando a que emprendieran la huida, saliendo triunfante la fuerza insurgente.
Al termino del acto protocolario, la banda de música José López Alavés, entonó el tradicional himno de los Huajuapenses, la inolvidable e histórica Canción Mixteca, cerrándose con ello, una conmemoración más de aniversario de la gesta heroica de la guerra de la independencia de México, que tuvo como escenario el pueblo Mixteco de Ñudee.
Foto: Archivo