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San Miguel Chimalapa, Oax. 7 de mayo de 2012 (Quadratín).- El lema agrarista de Emiliano Zapata la tierra es de quien la trabaja cambió radicalmente para los indígenas zoques: la tierra se defiende con sangre.
El próximo 13 de mayo, autoridades agrarias y municipales de Santa María y San Miguel Chimalapa, se reunirán en una asamblea previa para determinar acciones claras, porque lo legal ya lo cumplimos, dice Rosalino Sánchez Martínez, integrante de la comisión conciliatoria.
El Plan A, como explica, será buscar la conciliación de campesino a campesino. Los habitantes de Rodulfo Figueroa (hoy municipio de Belisario Domínguez) están de acuerdo enser comuneros de San Miguel Chimalapa, pero el gobierno de Chiapas no quiere.
Lo que sigue, añade, es lo que determine la asamblea general y no se descarta el desalojo. La gente está caliente, si les decimos vamos, ahorita mismo van y desalojan, no lo hemos hecho porque somos gente pacífica, pero la tierra se defiende con sangre y yo creo que el gobierno está esperando eso, que haya muertos para que pongan atención al problema.
El 14 de noviembre de 2011, el Congreso de Chiapas aprobó por unanimidad una tercera reforma a la Constitución Política de ese estado, colindante con Oaxaca, para crear cuatro municipios: Mezcalapa, El Parral, Emiliano Zapata y Belisario Domínguez, este último en territorio oaxaqueño.
Cuatro meses después, el 16 de febrero de 2012, Juan Sabines colocó la primera piedra del palacio municipal, la clínica y el colegio de bachilleres, para que los jóvenes del nuevo ayuntamiento no tengan qué trasladarse a Cintalapa, el municipio adonde acuden a cursar sus estudios.
En esa ocasión, el gobernador de Chiapas, Juan Sabines, dijo ante indígenas tzotziles: Pedimos y exigimos respeto porque nosotros también damos lo mismo, no es un tema de pleitos gubernamentales, ni de definición de límites. No tenemos nada en contra de Oaxaca, solamente pedimos que se acate la ley y que se acate la voluntad del pueblo.
Sin embargo, Rosalino Sánchez asegura que el gobierno de Chiapas no cumplió los acuerdos dados en la Secretaría de Gobernación en febrero de este año, cinco acuerdos entre los cuales estaba la no construcción de obras en el ejido Rodulfo Figueroa, elevado a municipio y llamado ahora Belisario Domínguez.
También lamenta que el gobierno de Oaxaca hiciera una defensa flaca de los Chimalapas, porque no sustentó la controversia con la suficiente fuerza para evitar que la rechazaran. Ahora, dice, la determinación debe ser consensada, entre las autoridades y la población. Se ampara en el régimen de sistema consuetudinario que tienen.
Nos regimos por usos y costumbres, somos autónomos y la decisión la tomará la asamblea, anticipa.
Desgraciadamente, comenta, el gobierno de Chiapas incita a la violencia. Ahí en la Rodulfo Figueroa contamos unas 150 familias, si nosotros hubiéramos actuado desde el inicio y no hubiéramos tomado la vía de la legalidad, desde cuando ya los hubiéramos desalojado.
En el municipio de Belisario Domínguez, antes ejido Rodulfo Figueroa, aún recuerdan que en noviembre de 2011, indígenas zoques que habitan la agencia de San Antonio, ingresaron para intentar desalojarlos. De eso quedan algunos vidrios rotos de la escuela, cubierta casi en su totalidad por la nueva construcción. En ese espacio se edifica el palacio municipal que será de dos plantas, de material de concreto. En este municipio se vive con temor. Los pobladores apelan a que también son indígenas y necesitan un lugar para vivir.
El convenio de la OIT menciona como un derecho de los pueblos indígenas un lugar digno para vivir, menciona uno de los integrantes del Consejo Municipal, que no da su nombre por desconfianza. Aquí han venido a querer sacar información, dice.
Belisario Domínguez, como cabecera municipal, tiene el respaldo del gobierno de Chiapas. Vino Juan Sabines, inauguró las obras, nos está apoyando, la gente aquí tiene trabajo, comentan.
Pero a casi cuatro horas de distancia, los comuneros zoques no se conforman con el rechazo de la controversia constitucional que interpusieron para reclamar la inconstitucionalidad de la creación del municipio y por el que aducen invasión del territorio oaxaqueño.
Con esto que nos acaban de hacer, el gobierno de Oaxaca nos está dando una cachetada. El gobierno no puso interés suficiente para meter la controversia y mientras vemos que Chiapas se burla de nosotros, tan poderoso es económicamente que construye y no estamos de acuerdo, por eso vamos a ir a la asamblea general. Vamos a defender nuestra tierra y si para eso hay decesos, estamos dispuestos.
Y hace un recuento: Ellos son 150 familias, que además hay mujeres de la Rodulfo Figueroa que se han unido en matrimonio con indígenas zoques de San Antonio y Benito Juárez y por eso nos hemos detenido, pero nosotros somos 18 comunidades y no estamos solos, hay otros más que se nos unirán para defender lo que es nuestro, advierte. (Nota publicada en el periódico Tiempo de Oaxaca)