Quiénes somos | Cipriano Miraflores
Oaxaca, Oax. 11 de septiembre 2010 (Quadratín).- Aquiles Córdova Morán, líder nacional de la organización Antorcha Campesina, acusó al gobierno de Oaxaca y a la Secretaría de la Reforma Agraria Federal, de ser los verdaderos responsables del conflicto agrario entre las comunidades mixtecas de Yosoñama y Mixtepec, y desmintió que los antorchistas quieran quedarse con esas tierras, como algunos suponen.
Los campesinos mixtecos de Yosoñama conocen bien a los responsables del conflicto, por eso, dijo el líder antorchista, sus demandas de justicia ante la Secretaría de Gobernación son absolutamente irrebatibles. Sentenció además que, tanto el Tribunal Agrario como la secretaría del ramo, agudizaron el conflicto, (y ahora) toca a ellos construir y proponer una solución justa y aceptable para ambas comunidades, sin que haya vencedores ni vencidos.
Insistió que ambos niveles de Gobierno, federal y estatal, están obligados a investigar y castigar los graves delitos cometidos, hasta hoy sólo por Mixtepec, ya que, de no hacerlo, se harán cómplices de los mismos y estarán alentando nuevas y peores agresiones
En su colaboración semanal para distintos medios de comunicación en el país, Aquiles Córdova se refirió a la marcha que se realizó en la ciudad de México el martes pasado, y en la que participaron más de 50 mil antorchistas en demanda de una intervención enérgica y eficaz por parte de la Segob en el citado conflicto agrario.
Desde hace más de cien años, según refieren los ancianos de Yosoñama, esta comunidad y San Juan Mixtepec, en la alta Mixteca oaxaqueña, se disputan la propiedad y el usufructo de mil 800 hectáreas de tierras con vocación agrícola y ganadera, y ricas en especies maderables.
Molestos por la omisión gubernamental también en la ciudad de Oaxaca, marcharon otros 25 mil antorchistas con una petición semejante al gobernador Ulises Ruiz Ortiz, cuya clara predisposición en contra de Yosoñama y en favor de Mixtepec ha sido factor determinante en el rumbo que han tomado los acontecimientos, sentencia Córdova Morán.
Aunque la manifestación antorchista cumplió con sus expectativas, al reunir 75 mil personas en todo el país, el líder nacional de esta organización no pierde de vista las criticas que, desde los medios de comunicación, satanizan a las movilizaciones populares, sin importar el carácter legal, legítimo y de elemental justicia social de la demanda que las provoca.
Peor aún, dice, cuando además de las críticas, las marchas son ignoradas y criminalizadas sin ningún recato, más si sus protagonistas son gentes del pueblo y no parte de la buena sociedad que protesta contra la inseguridad, o algún poderoso gremio, como el de los propios periodistas, que reclame garantías para el desarrollo de su trabajo.
Dijo que los pobres siempre serán simples alborotadores que protestan por lo que sea, y perturba el tránsito.
Por todo ello, advierte de antemano que una manifestación de pobres, como la que desarrolló el antorchismo esta semana, sin importar la causa de fondo, sufrirá el ataque combinado de dos fuerzas al mismo tiempo: el menosprecio o sordera de los altos funcionarios a quienes se dirigen, casi siempre acompañado por declaraciones que buscan justificar la negativa y amenazas contra los dirigentes.
Y el terrorismo mediático que además de ignorar las demandas, azuza el odio público destacando únicamente los problemas que causan a la vialidad, y justificando con ello la demanda de poner un alto definitivo a los vándalos, regular de una vez por todas las marchas y los mítines, y cárcel para los falsos líderes que medran con la pobreza.
En ese contexto, Aquiles Córdova Morán niega, de manera contundente, que el Movimiento Antorchista Nacional haya provocado el conflicto Mixtepec-Yosoñama. Dice, además, que es absolutamente falso que el movimiento quiera quedarse con las tierras.
Defendemos, sí, con absoluto desinterés, a la parte agredida: Yosoñama, pues no se puede negar que la gente de Mixtepec haya secuestrado por más de dos meses, a 39 indígenas de Yosoñama, y tampoco su autoría en el asesinato del campesino Simón Antonio Santos.
Así, el dirigente campesino sentencia que el conflicto latente se agudizó por culpa del Tribunal Agrario que, a través de su agencia en Huajuapan de León, resolvió dar todo el derecho a Mixtepec, pasando por alto el título virreinal y la posesión continua y pacífica de las tierras por Yosoñama desde hace cien años.
Más aún, los pormenores legales y las implicaciones sociales y políticas del caso, así como el inminente riesgo de un descontrol del conflicto, fueron puestos en conocimiento del Gobierno de Oaxaca con toda oportunidad, a pesar de lo cual éste se abstuvo de buscar y proponer una solución aceptable para las partes. De ahí su responsabilidad en los hechos, finalizó.