Mantiene SSPO activo el Plan de Apoyo a la Población en el Istmo
CIUDAD IXTEPEC, Oax. 10 de febrero de 2015.- La Base Militar número 2 Antonio Cárdenas Rodríguez (BAM), ubicada en Ciudad Ixtepec, posee un bloque de cemento que se eleva en la entrada y que da la bienvenida a todo visitante, que de acuerdo a Marcelino Pedro Jaime Ríos Basaldud, General de Ala Piloto Aviador Diplomado del Estado Mayor Aéreo, es un fragmento de la historia mundial.
Y efectivamente, el muro es lo único que da testimonio de la participación de México en la Segunda Guerra Mundial.
En el marco de la celebración del Centenario de las Fuerzas Armadas, en un recorrido por la zona, el enorme cajón de cemento elevado sobre un montículo actualmente tiene rotulado al frente la conmemoración de los 100 años de la Fuerza Aérea Mexicana y a un costado los mensajes de los jefes supremos de la armada en México, el presidente de la República y el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Este monumento denominado El muro de las leyendas fue construido en 1942 durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, por un convenio firmado con los Estados Unidos, y servía como el espacio de preparación técnica y profesional para adiestrarlos en el combate durante este periodo histórico así como para el secado de los paracaídas que se usaban en los entrenamientos de los pilotos.
Para el General, la base ha sido de suma importancia en la historia de la aviación en México y el desarrollo de la guerra.
Actualmente la BAM posee el escuadrón 402 que realiza vigilancia del territorio nacional en tres estados (Chiapas, Oaxaca y Veracruz) y adiestramiento de personal, además cuenta con el escuadrón aéreo para detección y alarma avanzada.
La Base Militar número 2 se consolida como uno de los más importantes puntos para la seguridad nacional, debido a la posición estratégica del Istmo de Tehuantepec, por lo que los más de 500 soldados que laboran en esta zona son conocidos como los Guardianes del Istmo.
Al tiempo que se construyó esta base se edificó otra más ubicada en la isla de Cozumel en Quintana Roo. Al finalizar la guerra, el campo militar fue adquirido por la compañía Mexicana de Aviación (1945-1949).
Debido a la lejanía y la falta de una adecuada vía de comunicación con las comunidades del Istmo, la compañía Mexicana de Aviación e Industrias y Terrenos S.A., quienes administraban el aeropuerto civil, el 1 de abril de 1949 suspendió sus operaciones y nuevamente las instalaciones pasaron a manos del gobierno federal.