Mantiene SSPO activo el Plan de Apoyo a la Población en el Istmo
Tehuantepec, Oax. 29 de mayo de 2010 (Quadratín).- Deseo hablar de asuntos que trato poco (con nombres y apellidos). Siempre, al hacer mis trabajos, mis textos de reflexión para los diarios o revistas o periódicos donde dan cabida a mi pensamiento joven, trato de documentarme, por respeto a los lectores, trato de siempre sustentar mis pensamientos, reforzarlos con mis lecturas, no como un prurito academicista, sino para mostrar que mis reflexiones intentan no ser improvisadas y mis pensamientos no floten en la indigna vaguedad.
Cierto es también que yo no tengo una formación de politólogo ni de periodista; mi formación es filosófica. Cosas un tanto abstractas son las que ocupan muchas veces mis quehaceres intelectuales. Pero mis opiniones son no las de un especialista en la vida pública de nuestro pueblo, mis reflexiones son solamente las de un ciudadano informado, que tiene una opinión de lo que está pasando, y que sé algunas pocas personas comparten, y sobre todo, de alguien que cree que las cosas no andan bien, y que ya pronto cambiarán. Porque sé que así será un día no muy lejano.
Por eso hoy me atrevo a hablar de lo que sucede en Tehuantepec y su política. No tengo fuentes documentales. Esto es sólo alguna serie de preguntas y pensamientos que tengo que hacer, porque nos están matando la esperanza.
Hace algún tiempo terminé mi formación del nivel bachillerato, en el Colegio Santo Domingo Tehuantepec, o Maristas, como más coloquialmente se le conoce. Era el año 2000 cuando eso sucedió. Los vientos de cambio soplaban en nuestro país. Nosotros, los nacidos en el año 1982 y alrededores, nos estrenaríamos votando, y seríamos los que podríamos derrotar al PRI por primera vez.
Nosotros, los nuevos jóvenes, éramos los que teníamos la responsabilidad con la historia y así lo asumimos, estábamos llamados a hacer lo que nuestros padres no pudieron completar: derrotar a un partido de mafiosos. Así sucedió, el PRI se fue de la Presidencia de la República, y todos sabíamos que una parte estaba cumplida. Pasó el tiempo y vimos que sacamos al PRI, pero las cosas no mejoraban por obra y magia de los votos. La decepción cundió fuerte en nuestras almas. Pero antes de irnos de nuestro colegio de Maristas, nos prometimos volver y hacer algo ya no por el país (nuestros sueños de grandeza no aspiran a tanto), sino por nuestro amado Tehuantepec. Cada quien tomó sus rumbos, al aparecer desligados el uno del otro, pero no, nunca nos alejamos del todo.
En el año de 2009, los jóvenes que habíamos votado por primera vez en el año 2000, fuimos los que más promovimos el voto nulo (yo más bien el no ir a votar) en las elecciones intermedias para renovar la Cámara de Diputados federal, porque sentíamos que nos habían matado la esperanza, que los políticos habían jugado y se habían aprovechado de los anhelos de una juventud que creyó y fue defraudada.
Muchos de mis amigos regresaron a Tehuantepec, se pusieron a trabajar y vieron que no es así como se solucionan todos los problemas (hace falta más que trabajo y esfuerzo individual). Una de mis compañeras con las que tantas pláticas políticas sostuve en los Maristas se presentaba como aspirante a la candidatura por la Alianza por la Paz y el Progreso de Oaxaca. Yesenia Nolasco me dijo ya es hora de cumplir con nuestro pueblo. Desde un principio le di todo mi apoyo moral, porque así habíamos dicho: por Tehuantepec volveremos y ya no seremos tú o yo, ahora seremos miles
Y de nuevo los viejos le quieren cerrar el paso a los jóvenes.
Y por eso ahora pregunto ¿Qué pasa, Tehuantepec, es que le temes a tus jóvenes?, ¿tehuanos, le temen a la juventud?, ¿le temen a que una mujer y joven intente lo que muchos queremos: acabar con un sistema injusto que nos ha tenido hundidos tanto tiempo? Porque la descalifican por ser joven, ¿es malo ser joven?, ¿es malo que sea mujer?, ¿es malo que sea tehuana y quiera a Tehuantepec?
La Coalición, ahora me doy cuenta, está al servicio del PRI. Todos los precandidatos acordaron algo y no cumplieron: el que gane las encuestas, va a la contienda, dijeron. Yesenia los venció. Pero ahora dijeron los otros precandidatos: es mujer, y peor aún, es joven, mejor no respetamos lo acordado. Y agregaron: en una de esas le anda ganando al PRI y no, eso no lo podemos permitir
Porque para eso somos la Coalición, para evitar que el PRI pierda. Y mejor acordaron otra cosa: que vaya el rival más débil.
Yo, Abraham Rasgado, tuve la oportunidad de ver de cerca otras dos precandidaturas de la Coalición. El médico veterinario y zootecnista y maestro en políticas públicas Marco Antonio Toledo Fuentes, ex-priísta, tiene mucho que aclarar a la sociedad. Porque usó el nombre de su padre, el doctor Gustavo Toledo Morales, para granjearse simpatías, y ahora está traicionando su palabra y así mancilla el nombre del buen gobernante que fue su padre. ¿Por qué? ¿Es que nunca dejó ser priísta y sólo se dedicó a usar un camuflaje para decir soy priísta pero no importa, lo que importa es que quiero ser presidente municipal a como dé lugar? Él prometió que respetaría a quien ganara para que trabajara por la Coalición. No cumplió. Su honestidad al final no fue tal.
Asimismo, platiqué con el ganador pírrico de esto: el señor Betuel Sérbulo Cortés. Él prometió que si no era clara la forma en que lo designaban candidato, pediría que se esclareciera. Le exijo ahora que aclare por qué él es el candidato si no ganó legítimamente ese derecho. Él, según su dicho, es lopezobradorista, pero el PAN lo postuló, y está haciendo lo mismo que le hicieron a López Obrador en 2006: arrebatarle a alguien un triunfo. ¿Es que Betuel será el candidato espurio?, ¿Betuel es lopezobradorista-panista-espurio? Sólo en Tehuantepec ocurren estas cosas. Exijo que aclare esto, que hagan pública la forma y los criterios que utilizaron para elegir al candidato.
El señor González Manríquez (padrino del señor Betuel), en verdad no sé exactamente su lugar de nacimiento, pero está queriendo imponer su ley en Tehuantepec, so pretexto de que él ganó en la ciudad de Tehuantepec la elección para la diputación federal el año pasado. ¿Pero quién está en la Cámara de Diputados representando al distrito tehuano, no es la señora Sofía Castro? ¿Qué representa el señor González Manríquez para Tehuantepec? Absolutamente nada. Y si siguiéramos esa lógica ignorante que usa este panista trasnochado, entonces ¿tenemos los tehuanos que ir a pedirle al señor Carlos Altamirano Toledo que venga a decirnos qué hacer porque él sí derrotó en todos lados a Agustina Acevedo y su maquinaria de muerte y él sí legisló en San Lázaro? No, los tehuanos no necesitamos que nos vengan a decir qué hacer personas que no son de aquí (porque ni Goman ni Betuel son de Tehuantepec), y porque Tehuantepec, el pueblo tehuano, sabrá responder a estas burlas hacia nuestra inteligencia.
Sabemos que estas maniobras obtusas sólo pretenden beneficiar al escuálido candidato priísta a la presidencia de Tehuantepec. Pero el candidato del PRI es el peor enemigo de él mismo; parado junto a cualquier persona digna, se delata en toda su mediocridad.
Y aunque sabemos que los partidos no cambiarán nuestro pueblo, apoyamos a nuestra amiga Yesenia Nolasco en estos momentos peliagudos, porque sabemos que creyó y otra vez los viejos políticos nos quieren defraudar nuestros sueños de esplendor tehuano.