
Mantiene SSPO activo el Plan de Apoyo a la Población en el Istmo
Oaxaca, Oax. 13 de julio de 2010 (Quadratín).- A poco más de 24 horas de que un grupo armado compuesto por unas 15 personas, atacara el reclusorio regional de Santo Domingo Tehuantepec, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública en la entidad, Javier Rueda Velásquez, consideró que esta agresión es un mensaje a las instituciones del gobierno local.
Se trata de un asunto delicado que amerita la atención de todas las corporaciones policiacas, por lo que se inició una investigación ministerial a cargo de la subprocuraduría regional en el Istmo. Ese es un mensaje, apuntó el jefe policiaco.
Rueda Velásquez también puntualizó que hasta el momento no hay indicios de que el ataque tuviera como objetivo el rescate de los tres reos que se fugaron.
Al respecto, Alán Loren Peña Argueta, director de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), informó que apenas iniciarán la búsqueda tanto de los tres reos que se fugaron como de los agresores.
Dijo que hasta el momento las autoridades desconocen a qué grupo del crimen organizado pertenece el comando que perpetró el ataque a las instalaciones del reclusorio la madrugada de este lunes.
Nos corresponde trabajar con el Ministerio Público para hacer las entrevías necesaria y hacer la inspección ocular y revisar exactamente qué fue lo que sucedió, levantar todos los indicios de todos los hechos e ir revisando, y por su puesto desde el momento que estas fugados tres personas empezar la búsqueda cómo ingresaron y quiénes son, comentó.
Cabe señalar que luego de que los custodios repelieran la balacera lograron huir Artemio Enrique Cruz, Víctor Jiménez Reyes y Cristian Alberto Santos Pérez, acusados de homicidio, portación de armas de fuego exclusivo del Ejército y delitos contra la salud, así como por portación de armas de fuego y robo, respectivamente.
De acuerdo a Peña Argueta las primeras investigaciones revelaron que en el lugar se encontraron casquillos percutidos calibres 38 súper, 45 y armas largas R-15 y carabina M1, así como cartuchos no percutidos de diferentes calibres para escopeta, en tanto la puerta principal presentaba al menos 45 impactos de bala, y otros 20 fueron ubicados en el muro del penal.