César Rito Salinas / Escafandra / Bukowski

Oaxaca, Oax. 22 de abril de 2013 (Quadratín).-
1.- En 1955 lo ingresaron en el pabellón de beneficencia del Condado de Los Ángeles y estuvo a punto de morir de una hemorragia alcohólica masiva al estómago. Como resultado de ello es comprensible que se preguntara por qué la literatura oficial e inocua del sistema vigente había guardado silencio acerca de quienes más sufrían: Los castigados, los pobres, los locos, los parados, los vagabundos en los callejones de mala muerte; los alcohólicos, los inadaptados, los niños maltratados, la clase obrera.
2.-El estilo supone no escudarse en absoluto. El estilo supone no poner fachada en absoluto. El estilo supone naturalidad definitiva. El estilo supone un hombre solo ante miles de millones de hombres en torno.
3.-Bukowski ve la creación del arte como algo directamente relacionado con su propia evolución interior y ser artista requiere una disciplina tan rigurosa como convertirse en monje zen. Combina una precisa “matemática” de Aliento y la Ruta de la práctica taoísta: el escritor está en el camino y debería observar con exactitud todo lo que ve a su paso por el mundo cotidiano.
4.- Se decanta hacia el vocabulario sencillo de Hemingway, pero va más allá de ese modelo en su tremenda energía, su sentido del humor y su don para la caricatura y la exageración.
5.- La tendencia de Bukowski a romper tabúes implica cierta intencionalidad feroz (e irónica/humorística). La violencia y la obsesión sexual de que hace gala son diferentes en cierta medida dos de sus maestros norteamericanos _William Saroyan y John Fante_, aunque su pose agresiva debe entenderse como el duro caparazón que adopta para protegerse de toda violación.
6.- Y Bukowski era trasgresor de acuerdo con la tradición de un tercer francés que no conocía, Georges Bataille. Bataille teorizaba acerca de la relación entre tabú, obscenidad, violencia, locura, y lo sagrado, señalando que “las palabras en lenguas diversas que designan lo sagrado significan tanto ‘puro’ como ‘obsceno’ “.
7.- Todo lo que poseas debe caber en una maleta; entonces tu mente será libre.
8.- Me precipité hacia mi dios personal: la SENCILLEZ. Cuanto más ajustado y pequeño lo hacías, menos cabida tenían el error y la mentira. El genio podía ser la capacidad para decir algo profundo de una manera sencilla. Las palabras, las palabras eran rayos de sol, las palabras se abrían paso por entre la muerte y la perdición.
9.- Seguí allí sentado y un rato después saqué la nota de rechazo del bolsillo y volví a leerla. Los sitios por donde la nota estaba plegada empezaban a oscurecerse de mugre y a cuartearse. Tendría dejar de mirarla y meterla entre las páginas de un libro como una rosa prensada.
10.- Cuando tamborileaba contra el vidrio le producía una sensación agradable en los dedos, los extendía un poquito de aquella manera, y notaba el tacto fresco, limpio. Ya había recurrido al whisky otras veces, le parecía que hacía la vida soportable; la mitigaba: era un buen enjuague para mentes que daban vueltas demasiado aprisa: la entresacaba, la pausaba, la asentaba en una marca visible.

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