Exhiben multipremiada cinta La Soledad de María Conchita Díaz en FIC
Oaxaca, Oax. 22 de abril de 2013 (Quadratín).- Así como la acupuntura mejora la salud al insertar agujas finas en puntos clave del cuerpo, la acupuntura social se refiere a proyectos urbanos que empiecen a expandirse poco a poco para derramar un cambio saludable en las ciudades, explica Mauricio Cervantes, coordinador de Matria, Jardín Arterapéutico.
La acupuntura social tiene que ver con estrategias de impacto social en zonas urbanas. En Matria recogimos el sentir de muchas personas que querrían hacer un huerto, como los que existen en París, Nueva York, La Habana y tal vez hasta en Oceanía, explica el artista plástico quien subraya que en este caso, el huerto es en sí una obra artística pues se ha realizado con la contribución tanto de expertos en horticultura como de artistas.
Con motivo del Día de la Tierra que se celebra este 22 de abril, el fin de semana se llevó a cabo un intercambio de plantas y semillas en Matria a fin de propagar la cultura de los huertos urbanos en la ciudad de Oaxaca.
El coordinador general de estas actividades, junto con un grupo de artistas y expertos en horticultura es Mauricio Cervantes, originario del Distrito Federal y dedicado desde hace veinte años a la pintura. Hace ocho, el creador se estableció en Oaxaca donde continúa su producción artística, ahora a través de baldosas e intervenciones.
Por la tarde, cuando el calor ha menguado, el artista empieza a regar con una manguera las plantas que sembraron un grupo de voluntarios al entrar la primavera: tomate, maíz, lechuga, albahaca, epazote, betabel, romero, yerbabuena, son algunas de las especies sembradas en huacales en torno a la fuente de lo que era el patio de una enorme casa que data del siglo XIX.
¿Cómo inició este proyecto? se le pregunta, y responde sin desatender la labor que parece mantenerlo sereno:
– Primero hice una instalación con flores muertas, una gran ofrenda para los muertos en noviembre pasado. Yo no sabía hacía donde iba a llevarme esa ofrenda dedicada a quienes habitaron esta casa hace 500 años o mucho tiempo antes; no sé a quienes estaba honrando, pero es lo que hago siempre cuando llego a una casa: rindo culto a los que vivieron ahí antes. Y la ofrenda era también para la casa, para bendecir el proceso que significaría trabajar con las plantas.
Las flores de Xempasúchitl que fueron utilizadas para la instalación denominada El sueño de Elpis fueron sembradas por niños y profesores de una escuela primaria de Tlacochahuaya. De esas flores, ya secas, provinieron las semillas para las primeras plantas del huerto urbano de Matria, y ya están creciendo las de la tercera generación, agrega Mauricio Cervantes.
Después empezaron a llegar más voluntarios y el jardín fue cobrando forma con nuevas especies. Se han sumado artistas, campesinos, niños, estudiantes. La mayoría han llegado de manera fortuita.
-Tal parece que este espacio va sumando actos de fe
-Definitivamente, la vida es un acto de fe y el milagro de la vida se observa desde los ojos de la fe, supongo que así es. Pero para no meternos en ese tipo de honduras diré que hubo de mi parte un sentido muy ritual. Hemos hecho nuestras campañas pero los que están trabajando en Matria han llegado solitos, pasaron un día por acá, tal vez les gustó la parte estética de las piezas, luego terminaron involucrándose. Hay estudiantes del Instituto tecnológico del valle de Oaxaca, agrónomos que vienen tres veces a la semana; es mano de obra generosa y nos están dando asesoría, son chicos bien formados.
-¿Y su obra artística personal? ¿Cambió el taller por el huerto?
-Este año me lo voy a regalar haciendo todo lo que hemos estado platicando. Estoy pintando, estoy preparando una exposición para septiembre en la Ciudad de México, pero el 20% del tiempo que normalmente le dedico al taller estoy por acá. Sucede que estoy aprendiendo mucho de las dinámicas interpersonales con gente que proviene de otro tipo de semilleros de formación. Me están ocurriendo cosas a nivel interpersonal que no sé hacia donde van y, claro, se me están ocurriendo más y más piezas. No me quise poner en cartelera directo, pero sí hice un par de piezas que se encuentran aquí.
Por último, comenta: Yo creo que hay que hacer lo que tu corazón te dicta y si con este proyecto podemos tocar aunque sea a dos o tres gentes y sumar imaginaciones, corazones, eso es un aliciente.
Matria Jardín Arterapéutico se localiza en Murguía número 103 en el Centro Histórico de la ciudad. Abierto al público de 10:00 a 20:00 horas.