Concluye Ray Chagoya foros ciudadanos y diálogos en Oaxaca de Juárez
OAXACA, Oax. 24 de noviembre de 2020.- La agencia de San Martín Mexicapan, perteneciente al municipio de Oaxaca de Juárez, históricamente ha sido un lugar olvidado por las autoridades lo que ha generado que los índices delictivos la ubiquen como la agencia más insegura de Oaxaca.
Aunado a la pobreza, factores como la desintegración familiar y ausencia de políticas públicas para propiciar una mejora en los índices de desarrollo social, en la zona alta de esta agencia reina la delincuencia que ha dejado muerte y desolación en muchas familias que no tienen otro lugar a dónde irse a vivir por sus precarias condiciones económicas.
Tan solo hace unos días, ocurrió un crimen que dejó a una familia inmersa en el dolor, la desesperación y la impotencia ante la impunidad con la que actúan un grupo de los conocidos como cholos.
En la colonia Moctezuma, estos delincuentes asesinaron a golpes y navajazos al ingeniero Andrés A. De 28 años de edad, quien recientemente había egresado del Instituto Tecnológico de Oaxaca (ITO) y dejó en la orfandad a una niña solo por haber tenido la mala fortuna de vivir en un lugar donde la muerte ronda cada día ante la indolencia de las autoridades que deben garantizar la seguridad pública.
Asimismo, son cada vez más frecuentes los videos y denuncias en los que se ve a jóvenes mujeres que son despojadas de sus pertenencias por individuos que andan en motocicleta y con un arma amenazan la vida de personas inocentes, quienes tienen como recompensa de su trabajo honrado estos momentos de terror que luego muchas veces se convierte en rabia.
Como dice la máxima popular: cuántos muertos más… para que las autoridades cumplan con su única obligación que es la de brindar seguridad en la persona, sus bienes y su patrimonio.
La apatía o falta de capacidad están propiciando que cada día más familias sufran los estragos de la impunidad de los delincuentes en esta zona de la ciudad de Oaxaca que tiene como único referente las zonas a dónde ni la policía entra.